Dios ha establecido que Su obra se realice con la participación decidida y alegre de Su pueblo. A algunos le toca ir a hacer la Obra pero a otros les toca enviar. Dios ama al dador alegre y se ha comprometido a proveer siempre lo suficiente para aquellos que abundan en la generosidad, lo cual trae gloria a Su nombre (2 Corintios 9:6-15).
Si has sido beneficiado con la enseñanza de este ministerio, te invitamos a ser parte de este esfuerzo de manera que más personas puedan recibir la palabra. Si vives en Ecuador puedes hacer una transferecia a nuestra cuenta en: